Una tarde, antes de acabar la clase, la señorita Laura encargó a sus alumnos que preparasen un trabajo para el día siguiente: Una redacción sobre su abuela, o sobre sus abuelas, los que tuviesen más de una. Isa se quedó pensando. Isa tenía un problema. Es decir, dos, pero uno mucho más importante que el otro... Y se fue metiendo, sin quererlo, en un buen lío.