Cuando el molinero le dijo al rey que su hija podía hilar paja en oro, el monarca la encerró en un cuarto y le dijo: "Si de esta noche a mañana no has hilado esta paja en oro, morirás". Ella no sabía cómo salir de aquel apuro, así que el Enano Saltarín le ofreció su ayuda, a cambio de algo muy valioso...